J11 – Catedral FC vs Hole Blacks

Partido exprés sin dueño entre Catedral y Hole Blacks

El retraso en el inicio del encuentro hizo que se tuviera que jugar un partido contrarreloj sin descanso. Con los dos equipos volcados al ataque en un continuo intercambio de golpes entre uno y otros, el empate a uno que acabó campeando en el marcador pareció escaso para el número de ocasiones de vimos Santa Ana. Javier Gugel adelantó a Hole Blacks, pero prácticamente sobre la bocina Ignacio Fernández rescató un punto para Catedral.

Como si de una contrarreloj por equipos del Tour se tratara, Catedral y Hole Blacks medían su fuerzas en un partido corto y sin descanso. Por ello, ambos conjuntos salieron con el cuchillo entre los dientes desde el pitido inicial, conscientes de que cualquier error podía ser mortal. Así, las ocasiones no tardaron en llegar. El primero en avisar fue Marcelo García, el 23 visitante probó fortuna con un disparo lejano que se marchaba desviado por poco. Inmediatamente respondían los amarillos con un fuerte disparo de Ignacio Fernández desde lejos que se marchaba por encima del larguero.

Sin tiempo para si quiera parpadear, eran los hermanos Gómez los que probaban suerte contra la portería de Juan Fernández. El primero en intentarlo era Fernando que desde la izquierda cruzaba en exceso el balón y acto seguido era su hermano Rafael el que disparaba sin mucha fortuna desde fuera del área. El turno era para los hombres de Catedral que se encontraban con un seguro Óscar Sánchez hasta en dos ocasiones. De esta forma se ponía fin a la primera mitad y sin tiempo ni si quiera para coger un poco de aire comenzaba una segunda en la que llegarían los goles.

Tras varias intentonas por parte de los visitantes iba a llegar el premio a la constancia por mediación de Francisco Javier Gugel. Tras una falta en la frontal del área sobre un eléctrico Marcelo García, fue el propio Gugel quien lleno de confianza cogió la pelota la plantó sobre el verde y tras pitar el colegiado puso el balón en lo más hondo de las redes para adelantar a los suyos en el marcador. Los azulones eran conscientes de que tenían que defender el resultado con uñas y dientes porque sus rivales se lanzaban al ataque sin miramiento. Tanto es así que los hombres de Catedral comenzaron un acoso y derribo constante sobre la portería de Óscar Sánchez que iba a acabar dando sus frutos.

Cuando faltaban dos minutos para la conclusión del encuentro, Ignacio Fernández ponía las tablas para desgracia de sus rivales. En una contra de libro, una transición defensa-ataque muy rápida de los amarillos, el medio centro no falló en la definición y le otorgaba a su equipo la posibilidad de llevarse un punto que tras encajar el gol veían muy difícil de poder conseguir. Con el reparto de puntos ninguno de los dos equipos finalizó el encuentro contento porque ambos eran conscientes de que dispusieron de varias ocasiones para hacer gol, pero sabían que en un partido así, alocado, acabar asegurando un punto es oro.