Rossini Golmayo, gran campeón de Liga
El oficioso Rossini Golmayo y el aspirante y equipo revelación Alicuácanos se enfrentaron en la gran final de la Weekend League y no defraudaron. En un duelo muy igualado y deportivo a los negrotas les tocó sudar y sufrir ante un conjunto merengue que se lo puso muy difícil durante los 50 minutos de partido. Finalmente el resultado ajustado de 3-2 significó la victoria de Carlos Nuño y compañía, que se llevaron el trofeo a su vitrina.
El 1-0 para Rossini Golmayo en el primer segundo de juego fue premonitorio.Nuño desde el círculo central del campo mandó un misil tierra-aire que se coló como una exhalación ante la mirada de Bassirou Cissé que se quedó de piedra. Sin dar a los blancos tiempo para recuperarse del susto, el 2-0 llegó tres minutos después. Nuño disparó a puerta, Alfredo Salif Mpeso sacó el balón en la línea de gol, y Alberto García Osa recogiendo el despeje remachó el tanto con fuerza. Esta fue una salida de los negrotas con el acelerador metido hasta el fondo.
Alicuácanos se sacudió la presión rival justo después con un disparo a bocajarro de Abdel Khalak Talidi que sacó Christian con muchos apuros. En el minuto 12 llegó el tanto para los visitantes. Bruno Israel Terrazas de libre directo mandó el esférico raso y potente hasta las mallas sin dar opción a Christian, tapado por un bosque de jugadores. El gol hizo despertar a Alicuácanos, que poco a poco fue ganando el control del juego.
En el centro del campo había un duelo particular de titanes entre García Osa y Mpeso, que bregaban por tener el dominio del balón. Estaban ambos peloteros bien acompañados por las bandas. Aguirre y Sancho en Rossini Golmayo, y Terrazas y Almodovar en los foráneos apretaban añadiendo trabajo a las zagas. Nuño estuvo a punto de marcar con un tiro lejano que se fue fuera por milímetros. Con esta mínima ventaja para los negrotas, se dirigieron los jugadores de ambos equipos al descanso para reponer las baterías.
La segunda mitad fue muy intensa. Con Cisse de jugador de campo, la columna vertebral Cisse-Mpeso-Gadoura empezó funcionar como un reloj, creando peligro con sus acciones en el área defendida por la guardia pretoriana, Mota-Castañeda atenta para frenar las embestidas. Sancho ganaba también presencia en la medular siendo el enganche perfecto con Nuño que tenía la caña preparada siempre. Dispuso Rossini Golmayo de una doble ocasión, pero ni la media tijera de Nuño, ni el tiro a bocajarro de Aguirre dieron en el blanco.
Entonces sucedió la jugada clave del encuentro. Una falta dentro de la zona de castigo sobre Gabriel Sánchez fue señalada por el colegiado como penalti. El mismo Gabriel se encargó de lanzar la pena máxima, pero Christian adivinando la trayectoria del balón lo atajó salvando a su equipo. No lo falló el 99, lo paró el enorme portero blanco, que se convirtió en el héroe de la tarde y MVP de la final.
Justo en la siguiente jugada, García Osa caracoleó en el costado del área, y centrando al área, Nuño solo tuvo que empujar subiendo el 3-1 al casillero de Santa Ana. Cogieron a la defensa de Alicuácanos descolocada. Este gol ponía la victoria en bandeja a los locales, pero quedaban minutos. Pudo ampliar la ventaja Rossini Golmayo durante una contra en un tuya-mía entre Félix y Aguirre, pero el 7 de Golmayo se llenó de balón mandándolo a las nubes.
Alicuácanos en su ansia de llegar pronto al área adversaria, se precipitaba perdiendo el balón en los pases. Ante la agobiante presión los negrotas sólo podía optar por bombear balones en largo hasta la posición de Nuño, pero lo único que conseguían era rifar el cuero.
La perseverancia de Alicuácanos tuvo sus frutos en el minuto 46. Un centro en largo hasta el área fue rematado por Cissé con el pecho batiendo a Christian y consiguiendo un gran gol. Había final.
En los últimos instantes del partido se sucedieron las constantes faltas, frenando el ritmo del juego, que era más emocionante que brillante. Ya con la reserva de los jugadores encendida, el colegiado con su pitido señaló el camino de la tribuna, donde Rossini Golmayo elevó la copa de campeón ante el delirio de sus aficionados.
A Alicuácanos, que pudo ser un merecido vencedor, hay que dar la enhorabuena, por habernos hecho disfrutar partido tras partido de la calidad de su juego y su enorme espíritu de deportividad. Sin duda ha sido una de las gratas sorpresas de la temporada.
Los mejores:
El crack: Christian Rodríguez (Rossini Golmayo)
El dandy: Bassirou Cisse (Alicuácanos)