J5 – Porrothinaikos vs Unión de Cansados FC

Los visitantes se marcharon al descanso con dos tantos de ventaja, pero tras la reanudación, acabaron claudicando ante el vendaval de juego de su rival.

A pesar de su buen inicio y de haber conseguido uno de los denominados goles psicológicos justo al borde del descanso, no le dio a Unión de Cansados para haberse llevado algo positivo del partido. Un encuentro en cuyo inicio, fueron ellos los que salieron más enchufados y consiguieron que se jugase más en el campo de su adversario y así, a los cinco minutos, consiguieron adelantarse en el marcador gracias a un gol de Alejandro de la Fuente cuyo disparo, tras tocar en el defensa, describió una parábola perfecta imposible para el portero. Y poco después, David Casqueiro pudo hacer el segundo con una incursión por la derecha que finalizó con un disparo que no encontró portería.

Pero poco a poco, Porrothinaikos le comenzó a tomar el pulso al partido y comenzó a estirarse con un disparo de Alejandro Elena que se marchó rozando el palo y poco después, se acercó con algo más de peligro, primero con una ocasión de Luis Santos que no acertó a rematar un centro chut de Gonzalo Sanz de Aja y poco después, fue el propio Luis Santos el que metió un gran balón que no pudo remachar en boca de gol Ignacio Menéndez. Sin embargo, no aprovecharon los locales sus ocasiones para haber igualado el partido lo que supuso que los visitantes volviesen a poner cerco a la meta rival con un lanzamiento de falta de Alejandro de la Fuente que tardó en bajar y el cuero se acabó marchando alto, o con un cabezazo de Alberto Carreira que pilló a contrapié al portero, pero que se acabó yendo fuera tras tocar en la parte superior del larguero.

Pero entre una acción y otra, Porrothinaikos tuvo una inmejorable oportunidad para haber igualado antes del descanso, aunque Ignacio Menéndez, con todo a favor, la echó fuera. Todo lo contrario que David Casqueiro que justo en el último instante de la primera mitad, marcó el 0-2 con un gran golpeo de interior que hizo imposible la estirada del portero. Una jugada que pudo haber resultado clave ya que se pasó de un posible empate a uno a un 0-2 con el que Unión de Cansados inició el segundo tiempo con más garantías. Pero lejos de hundirse, sucedió todo lo contrario y desde el primer momento, Porrothinaikos dejó bien claro que no iba a arrojar la toalla y a los dos minutos, Javier Elena metió un balón franco para que Alejandro Felip acortara distancias en el marcador y poco después, pudo haber igualado con un disparo defectuoso de Ignacio Menéndez que no pudo desviar al interior del arco Luis Santos.

Sin embargo, el tempranero gol sí que tuvo el efecto nocivo para Unión de Cansados que no tuvo el golpe de antes del descanso para su rival y aunque lo intentaron con otra llegada de David Casqueiro que no precisó bien el remate o con un disparo de Ignacio García que rechazó la defensa, Porrothinaikos iba a poner la directa cuando a la tercera, Ignacio Menéndez no falló y aprovechó un balón suelto en el interior del área para fusilar al portero y establecer el empate a dos en el marcador.

A partir de aquí, los locales metieron toda la carne en el asador y Luis Santos, muy activo todo el partido, apareció para poner en ventaja a su equipo con un certero disparo a la media vuelta que sorprendió al portero y acabó alojado en el fondo de la red. Un auténtico jarro de agua fría para Unión de Cansados que, aunque pudo volver a igualar con una llegada de Alejandro de la Fuente que finalizó con un remate demasiado cruzado, ya no fue capaz de frenar a un rival en tromba que lejos de nadar y guardar la ropa, se fue a por todo y no dio ninguna opción a su rival de volver a meterse en la lucha por los puntos.

Ya en las postrimerías del partido, Javier Elena, con un doblete, estableció el 5-2 definitivo. Primero empujando a placer una asistencia de Alejandro Elena y luego aprovechando un rechace del portero. Una victoria que permitirá a Porrothinaikos irse ya hasta los diez puntos mientras que Unión de Cansados encarará la próxima cita con cuatro en su casillero.