Porrothinaikos vs Pozoblanco Madrileño

Tuvo en Pozoblanco Madrileño a un dignísimo rival, que se adelantó en el marcador y que no claudicó hasta que a un minuto del final Marcos García cerró la final firmando el 4-2 definitivo.

La aparición de Juan Soliveres en momentos claves, dos goles al filo del descanso con el que los locales remontaron el tanto inicial de Pozoblanco y uno más nada más reanudarse el juego, fueron las claves por las que comenzar a entender por qué Porrothinaikos acabó por llevarse el título. Un trofeo que se iban a jugar en una final en la que los locales se presentaron tras remontar dos goles en contra ante Unión de Cansados mientras que Pozoblanco Madrileño tuvo que superar una tanda de lanzamientos desde el punto fatídico para dejar en la cuneta a Boston La Estrella.  En el inicio, fue mucho mejor la puesta en escena de los visitantes que tras unos primeros minutos de tanteo, aprovecharon su primer acercamiento para ponerse por delante, tras una jugada que se inició con un disparo que envió el portero a córner y en la salida de ese saque de esquina, Juan Manuel de Torres sorprendió con un disparo lejano que llegó directamente hasta el fondo de las mallas.

Tras el gol, aunque Porrothinaikos se hizo con la posesión del balón, lo hizo de una manera estéril ante un rival, cuyo entramado defensivo apenas concedió espacio y solo se vieron ligeramente exigidos con un saque de banda y un córner que la zaga acabó despejando. Mientras, en ataque, cada vez que se acercaron al área rival, lo hicieron con muchísimo peligro, y hasta en dos ocasiones se encontraron con un formidable Juan Soliveres que salvó a su equipo por partida doble, primero, con una extraordinaria parada a mano cambiada ante un disparo desde su casa de Nacho Quirós, y luego, salvando el mano a mano a Vincenç Lahoz tras una rapidísima transición.

Dos jugadas que podrían haber supuesto el tanto con el que haber cambiado el rumbo de la final que comenzó a escribirse según los intereses de los locales que avisaron con un lanzamiento de falta de Javier Elena que obligó a Valerio Jurado a emplearse a fondo y poco después, consiguieron restablecer las tablas en el marcador gracias a una obra de arte que comenzó Luis Santos con un preciso balón que envió a guardar Juan Alejandro Reyes superando por arriba al meta en su salida. Y solo un minuto después, buena acción individual de Marcos García cuyo disparo lo salvó el meta en primera instancia, pero el rechace cayó a los pies de Ignacio Menéndez que, con toda la tranquilidad del mundo, alojó el cuero en la red y puso a su equipo por delante justo antes de marcharse al descanso.

Y tras la reanudación, nuevo jarro de agua fría en forma de 3-1 gracias a un gol de Luis Santos que casi sin querer, alojó el balón en el fondo de la portería tras una jugada embarullada.  Pero ni muchísimo menos se vino abajo Pozoblanco Madrileño que, aunque en un principio cayó en la precipitación, poco a poco fue erigiéndose en dominador y tuvo una doble oportunidad con un disparo de Nacho Quirós que salvó Juan Soliveres y en la continuación de la jugada, Miguel Chaves estrelló el balón en el larguero. Un auténtico aviso a navegantes que acabó certificando que había final cuando Vincenç Lahoz aprovechó que el meta no sujetó el balón tras un intento de Miguel Chaves para acortar distancias en el luminoso.

A partir de aquí, el choque se convirtió en un asedio de los visitantes en busca del tanto que llevase el desenlace de la final a los lanzamientos desde el punto de penalti y lo pudo conseguir cuando Francisco Javier Castro se inventó un pase milimétrico que dejó a Juan Manuel de Torres mano a mano ante un Juan Soliveres que volvió a hacerse grande para salvar el tanto. Poco después, gran centro desde la derecha de Vincenç que el propio De Torres no llegó a embocar por milímetros. Sin embargo, la pelota no quiso entrar y en los últimos minutos, Porrothinaikos se fue sacudiendo el dominio y evitó más angustias con un tanto de Marcos García que estableció el 4-2 definitivo con el que su equipo acabó levantando el título de Campeón de la Segunda División del campeonato.