J5 – Mahoudrid FC vs Gallines Camperes

Los visitantes vencieron en el feudo rival por 3 goles a 1 marcando en el penúltimo minuto de los dos tiempos. Los locales buscaron el gol insistentemente durante la segunda parte, pero Diego Calvo estuvo inconmensurable bajo los palos.

La noche en Alameda de Osuna, no tan fría como las anteriores, dio paso a un gran enfrentamiento entre dos equipos que generaron mucho más de lo que convirtieron. Gallines Camperes salió muy fuerte y dominó los primeros 25 minutos de manera incontestable, llegando al área rival una y otra vez. El encargado de romper el hielo con la primera oportunidad fue Yoel González, protagonista durante todo el partido. El crack del partido se internó dentro del área con una buena pared y el tiro a bocajarro por el primer palo se encontró con el meta del Mahoudrid FC. Los visitantes ya habían avisado y la segunda ocasión clara no tardaría en llegar. Esta vez fue Rubén Yelmo el que, otra vez muy cerca de la portería, estrelló el balón contra el cancerbero. No hay dos sin tres, y el asedio continuó con un buen pase filtrado por Sergio Barrado que Yoel González controló con la espuela en un gran detalle de calidad. Una pena que el disparo posterior, que no puso en apuros al portero, no fuese tan bueno.

A partir de este momento Mahoudrid FC despertó y empezó a crear sus propias ocasiones. Javier Villar, que fue el mejor de los suyos, fue el primero en generar peligro con un disparo lejano que pasó muy cerca del poste izquierdo del guardameta. La siguiente también llevó su firma. En una falta lateral supo leer el movimiento del portero e intentó buscar el primer palo con un golpeo que se le fue arriba. El partido se igualó y los locales ya pensaban en una segunda parte en la que pelear por el control del balón desde el inicio. El problema es que antes de empezar un tiempo hay que acabar otro. En el minuto 24, Yoel González robó el balón en el centro del campo, anticipándose a sus rivales, que esperaron la pelota en vez de ir a buscarla, y Carlos Pozo engatilló un buen tiro que se coló por la derecha del portero.

El golpe psicológico podría hacer pensar que Mahoudrid FC iba a irse del partido, pero nada más lejos de la realidad. Los morados comenzaron los segundos 25 minutos con una intensidad que le permitió llevarse muchos balones divididos cerca de la portería rival. En uno de esos Javier Jiménez la tuvo para empatar, pero Diego Calvo le adivinó las intenciones y detuvo el esférico. El despliegue ofensivo estaba metiendo a Gallines Campelles atrás y obligó a su portero a ponerse el mono de trabajo. Finalmente, la gota que colmó el vaso fue el tiro de Javier Villar desde fuera del área en el minuto 37. El rebote defensivo se la dejó literalmente botando para que llegase desde atrás y perforase la escuadra rival con un voleón.

El partido iba 1-1 y con el desarrollo del enfrentamiento uno podía pensar que Mahoudrid FC apretaría ahora más que nunca. Pero el fútbol es impredecible y caprichoso. Un minuto después, en el 38, Yoel González recogió un rebote dentro del área contraria y se encargó de guardar el balón en el fondo de la red. Todo el esfuerzo de los locales se quedó en nada, estaban otra vez a la misma distancia que hacía 2 minutos. Los morados decidieron entonces tirar una moneda al aire y morir matando. El partido se convirtió en un ida y venida con ocasiones para los dos equipos. Javier Villar no paró de intentarlo para los suyos, pero Diego Calvo le ganó todos los uno para uno.

La esperanza local se terminó en el minuto 49 con el tanto de Ismael Blázquez de penalti que cerró el 1-3 en el marcador. No dio tiempo ni a sacar y el encuentro terminó con una dulce victoria para Gallines Camperes, que supo sufrir cuando tocaba y no complicarse en los minutos más difíciles. Por su parte, Mahoudrid FC demostró de que está hecho. Aunque en este partido su actitud no le sirvió para lograr ningún punto, ese ADN luchador es el camino correcto para lograr grandes cosas.