J8 – Mahouchester Piti vs Masjäger United FC

Los locales, que se fueron al descanso 2 goles a bajo, supieron igualar el partido en una segunda parte llena de esfuerzo, sacrificio y fe. Todo el trabajo los llevó a anotar el tanto de la igualada en el minuto 49 ante un rival al que sostuvo su portero.

Los tópicos son frases o expresiones que se usan y se repiten con mucha frecuencia en determinadas circunstancias. Para describir este partido hay dos que vienen al pelo: “no es como empieza, si no como acaba” y “hasta el rabo todo es toro”. El duelo entre Mahouchester Piti y Mäsjager United FC comenzó de una manera y con un resultado totalmente distintos a con el que acabó, y eso sucedió gracias al carácter de los locales, que no le perdieron la cara al encuentro en ningún momento. Las cosas no empezaron bien para ellos, de hecho, no podrían haber empezado peor. En el primer minuto de juego los visitantes se adelantaron en el marcador gracias a una falta lanzada desde la esquina del área. El centro fue muy cerrado y Carlos Valdés rozó lo justo el balón como para cambiarle mínimamente la trayectoria al portero, haciendo imposible su reacción.

Los rojillos no sólo iban por delante en el resultado, también en el juego. Estaban más cómodos en el campo y se notaba. Sin embargo, en el fútbol las sensaciones no son garantía de nada y de un plumazo toda la seguridad del mundo puede desaparecer. El culpable de que esto sucediese fue Juan Pérez. El 19 de Mahouchester Piti empató para los suyos en el minuto 6 después de una gran jugada individual con caño incluido. Los locales no eran capaces de discutirle la posesión a sus rivales así que optaron por aprovechar su superioridad física para volcarse en los contraataques y las transiciones rápidas. El problema es que con esta decisión renunciaron a la presión provocando que Mäsjager United cada vez jugase más cerca de su área, y eso tuvo sus consecuencias.

Los dos siguientes goles, ambos de los visitantes, llegaron de maneras parecidas: de centros-chut que nadie llegaba a tocar y despistaban al portero. El primero de ellos, obra de Fernando Aguilar en el minuto 16, vino por la banda derecha con un balón que el delantero de los rojillos no consiguió rematar. El guardameta no reaccionó a tiempo y cuando lo quiso hacer el balón ya estaba cruzando la red. El segundo, tan sólo un minuto después, fue desde más lejos y desde el otro perfil. Esta vez fue Carlos Valdés el autor del centro envenado, pero la secuencia fue la misma. El portero no siguió la trayectoria inicial del pase y el fallo del delantero en el remate impidió que el meta pudiese hacer algo por detener la pelota. El 1-3 en el marcador parecía una diferencia insalvable para Mahouchester Piti, pero el minuto invitaba a la positividad por todo el tiempo que quedaba. Tras el gol, la producción ofensiva de ambos equipos se paró y no hubo más ocasiones en la primera parte.

Al comenzar el segundo tiempo los locales se mostraron con más intensidad, porque no hay nada como necesitarlo para hacerlo. Comenzaron a hacerse dueños de la pelota y Mäsjager United sólo llegaba por medio de balones parados o en largo. Mientras, los “pitizens” bombardeaban la portería rival. El guardameta era el único que impedía que Mahouchester Piti recortase diferencias, pero al final no pudo más y los locales encontraron el 2-3. El gol en el minuto 43, cuando el partido encaraba la recta final, fue obra de Juan Pérez, que en estos minutos se había convertido en el principal argumento ofensivo de su equipo. El delantero encontró el espacio en banda izquierda y definió cruzado con el interior del pie.

Quedaban 7 minutos y un tanto separaba a ambos equipos. 7 minutos muy cortos para unos y muy largos para otros. 7 minutos de esfuerzo que esta vez recompensó al equipo que venía con carrerilla. En la última jugada del partido Javier Sacristán anotó el 3-3 con un gran pase de Juan Pérez, que le dejó tan solo que definió sin portero. Sin tiempo para más Mahouchester Piti consiguió rescatar un empate en un partido que se le había puesto muy difícil y en el que le había costado mucho entrar. Jamás sabremos que hubiese pasado con dos minutitos más de juego, lo que sí sabemos es que los locales demostraron que nunca se les puede dar por muertos.