Guarrathinaikos vs At Megafire

El delantero atlético culminó el 2-3 que otorgó a los suyos los tres primeros puntos en juego de la temporada. Los vaivenes en el conteo goleador marcaron este parejo choque, y es que el Atlético Megafire tuvo que remangarse para remontar el tanto de Pablo Ruiz que sirvió a Guarrathinaikos la primera ventaja de la tarde en Santa Ana.

Dos ‘novatos’ en la Fútbol Emotion MF7 League como Guarrathinaikos y Atlético Megafire se citaron en una jornada inaugural que cayó del lado de los blancos, quienes sufrieron hasta la última jugada para concretar su triunfo por la mínima. Fueron los verdes quienes estrenaron el marcador en este bonito tira y afloja, aunque el combinado atlético se apresuró a voltearlo antes incluso de llegar al descanso. Y aunque volvieron ambos a la casilla de salida al igualar los locales nada más regresar de la pausa, Jacobo Cortezo aportó el toque diferencial necesario para decantar la balanza y que su Atlético Megafire sumase de tres.

Desde el comienzo se vio Guarrathinaikos sumido en una montaña rusa de emociones, primero con el infortunio de perder por lesión a Xabier Albizu en los primeros compases de juego. Del lamento, sin embargo, se pasó rápido a la celebración del gol de Pablo Ruiz, que a los 5 minutos puso el 1-0 para los verdes tras una rápida internada por el costado izquierdo. Y a punto estuvieron los locales de doblar su renta en un córner embarullado en el que Roberto Juan rehusó utilizar sus manos para blocar el esférico y se la jugó en un intento fallido de despejar con los pies.

Pasado el susto, Jacobo Cortezo se convertiría en el faro que enseñó a Atlético Megafire el camino de la remontada. El ariete tenía un imán para aglutinar las ocasiones blancas, aunque entre los reflejos de Luca Beceiro en portería y el travesaño consiguieron contener su empuje. El cambio en la dinámica acabó traduciéndose en el 1-1 en cuanto Juan García vio oportunidad de armar la pierna desde la frontal. Un ligero roce en un defensor imposibilitó del todo que Beceiro llegase esta vez a taponar el remate. Se habían crecido los atléticos ahora y quedó también de manifiesto en el resultado sólo 2 minutos más tarde, puesto que una de las mejores jugadas combinativas del choque plantó a Miguel Comyn libre de marca en el punto de penalti, desde donde no perdonó el 1-2.

A Guarrathinaikos le sentó de maravilla el tiempo de descanso para volver a sacar su mejor versión. Sergio Egido, que no había estado del todo atinado en lanzamientos de libre directo en las postrimerías del primer acto, reanudó el partido reivindicándose como uno de los mayores estiletes de verde. Tras dejar constancia de su clase con un recorte sublime en el área, el mediocampista se topó en su primer chut con Roberto Juan, pero él mismo cazó el rechace que devolvió las tablas al luminoso.

No obstante, el 2-2 fue efímero. A partir de ahí, Jorge Castro vio que era su momento para dar el golpe definitivo con Atlético Megafire y a la jugada siguiente dejó una virguería que a punto estuvo de significar el tercero en la cuenta de los visitantes. Una mano de Luca Beceiro evitó el golazo, pero el jugón blanco se disfrazó de asistente segundos después para picar la pelota que dejó en bandeja el 2-3 a Jacobo Cortezo.

Aún le restaban 20 minutos a Guarrathinaikos para encontrar una nueva igualada y, de no ser por dos intervenciones salvadoras de Roberto Juan cuando se veía vendido en dos acciones mano a mano, hubiese sido una realidad. Pero ni Rigo José Urdaneta ni Pablo Ruiz acertaron en la definición y los verdes se vieron obligados a apurar sus balas hasta la última jugada posible. Ahí, pese a enviar al área dos saques de banda consecutivos, no llegaron los remates soñados por los locales. Atlético Megafire se hizo fuerte y, con mucho sudor, se llevó la primera victoria del curso 23/24.