Celtilicos vs Mesiteros

Primero se levantó Mesiteros para darle la vuelta al gol de Rodrigo Ramil que inauguró la final y después lo repitió en una tanda que les puso contra las cuerdas tras una primera salvada colosal de Carlos Vento. Otra mano instantánea de Guillermo Palacios rescató a los blancos cuando estaban contra las cuerdas y, con sufrimiento máximo, acabaron alzando el trofeo de campeones.

La gran final de la Primera División Plata de la Fútbol Emotion MF7 League sábados tuvo que acudir a la suerte de los penaltis para decantar al vencedor. Tras un primer periodo de mucho ritmo y ningún gol, Rodrigo Ramil dio el primer paso hacia el título para Celtílicos, pero Mesiteros ya había podido revertir el marcador en el minuto 35 gracias a los goles de Adrián Pintado y Javier Mínguez. Una genialidad desde campo propio de Pablo Cano instauró el empate con el que se cumplió el tiempo reglamentario, pero el propio ‘6’ negrota vivió la otra cara del fútbol instantes después, marrando la pena máxima que permitió a Mesiteros engrosar su palmarés.

Mucho descaro mostraron los finalistas en una última cita que no escatimó en bonitos detalles de sus protagonistas. Quiso apretar de primeras un Celtílicos orquestado con soltura por Segundo Santiago y Javier Mayo, pero fue Mesiteros quien dio el primer gran susto de la tarde. Javier Mínguez, incorporación de última hora en los visitantes, se lanzó al contragolpe al ‘sprint’ con un soberbio autopase desde campo propio y, pese a zafarse incluso del guardameta, no pudo ver puerta por la actuación de un Pablo Cano que llegó al achique en el último momento.

Las trabajadas posesiones negrotas eran capaces de sondear tímidamente los dominios de Guillermo Palacios, pero fue Mesiteros quien dispuso de las mejores ocasiones para haber abierto la lata antes del descanso. El poste, sin embargo, primero le dio la espalda en una acción de estrategia desde el córner, y a posteriori Carlos Vento se hizo enorme para taponarle el gol a un Ismael Calvo que se relamía enganchando una volea sin oposición.

Habían impedido los guardametas que el resultado se moviese antes del descanso, pero Rodrigo Ramil cortó la dinámica a los 4 minutos de reanudarse la final. Celtílicos trianguló con Juan Pardo de Santayana, Javier Mayo y Segundo Santiago volcados en el costado derecho, arrastrando a toda una zaga que se olvidó de Ramil, que irrumpió por el lado contrario para culminar de primeras un cambio de dirección diferencial. Pero los 29 minutos que costó a los negrotas ponerse con ventaja se esfumaron con suma rapidez. Sólo 2’ después, Adrián Pintado, otro de los ‘nuevos’ en el plantel de Mesiteros, dejó un detallazo de espuela que puso el 1-1 en el marcador, volviendo al punto de partida de cara al tramo decisivo.

Los fichajes aportaron un punto de competitividad extra a un Mesiteros que no rehusó echarse sobre su espalda. No les salió nada mal el plan, pues los blancos completaron su remontada con un zapatazo de larga distancia de Javier Mínguez. Quedó entonces noqueado un Celtílicos que, por momentos, sólo se mantuvo en la pelea gracias a las salvadas de Carlos Vento, imprescindible para impedir que un trallazo de Pablo de la Fuente o un remate a bocajarro de Ismael Calvo pusiesen tierra de por medio. Sin llegar la sentencia, los locales fueron capaces de levantarse poco a poco y, aunque sus intentos más elaborados no lograron inquietar el arco rival en demasía, Alberto Cano se inventó de la nada el 2-2. El ‘6’ se preparaba para botar una falta desde casi área propia, pero se vio con confianza para ejecutar un lanzamiento envenenado que sorprendió al guardameta de manera directa. Uno de los golazos de la temporada y en el momento más oportuno, dado que fue la clave que envió el choque a los penaltis.

El trofeo pudo caer de cualquier lado en una tanda de máxima tensión, sumida en una montaña rusa emocional. Y es que fue Celtílicos quien celebró primero una grandísima atajada de su guardameta en el tercer disparo de la ronda, pero Guillermo Palacios se redimió inmediatamente después con otra parada balsámica para Mesiteros. Los lanzamientos siguieron su curso sin fallos hasta que Alberto Cano envió a las nubes el esférico en el octavo chut, desatando la euforia de un Mesiteros que salió con vida de cualquier situación hasta coronarse campeón.