J8 – Azaleum vs Masjäger United FC

El equipo rosa perdía por cero goles a dos en el minuto 47 de partido, pero los tantos de Íñigo Silvela y Pablo Oñate en los últimos instantes del partido igualaron el marcador. El portero visitante, Gonzalo Guerra, estuvo de sobresaliente, salvando a su equipo una y otra vez, que sufrió mucho al jugar con un jugador menos toda la segunda parte.

El conjunto negro se las prometía muy felices con el tanto tempranero de Fernando Aguilar, que recibió en la banda derecha un pase de Ignacio Ollero, y tras recortar, sacó un disparo con su zurda pegado al palo corto de la portería local, que el guardameta no midió bien, y que acabó dentro de la jaula de su equipo. Los visitantes volvieron a exigir a Juan Ignacio Estelles pocos minutos después, pero esta vez el portero sí le cerró bien la puerta a Juan Pablo Díaz de Berricano, que se había quedado mano a mano con él.

Tras unos diez primeros minutos de sufrimiento, Azaleum se desperezó, y comenzó a probar al guardameta rival, que tras un par de intervenciones meritorias, rápido demostró que batirle no iba a ser tarea fácil. Al filo del descanso, los visitantes se quedaron con un hombre menos por una roja directa que vio Carlos Valdés, así que Masjäger United FC tendría que remar de lo lindo en el segundo asalto, si querían mantener su ventaja hasta el final.

La tónica en la segunda parte fue ver al equipo rosa merodear la portería negra, y ejecutar disparo tras disparo, que siempre obtenían la respuesta de Gonzalo Guerra. El portero visitante, por si no estaba siendo poco protagonista con sus paradas, se dio el lujo de asistir a Ignacio Ollero en el segundo gol de Masjäger United FC, donde el “8” visitante corrió la banda derecha hasta el final, y una vez allí, puso un centro al área que rozó ligeramente en la cabeza de un defensor, y acabó besando la red de la portería de Azaleum, en el minuto 32 de partido.

A partir del 0-2, el equipo negro se encerró atrás, en parte por voluntad propia, para preservar la ventaja de dos goles, con un jugador menos sobre el césped, y en parte por la presión y el empuje al que le estaba sometiendo el cuadro local. Las ocasiones en la guarida visitante se sucedían cada minuto, pero el muro que había levantado el bueno de Gonzalo Guerra estaba siendo infranqueable. La ansiedad de querer marcar un gol cuanto antes, a veces le jugaba malas pasadas al equipo rosa, que cometía errores de bulto. En uno de ellos, estuvo a punto de sentenciar el choque Ignacio Reneses, que se quedó solo frente a la portería local, pero su disparo cruzado se marchó lejos de los tres palos.

El tiempo corría y Azaleum no era capaz de sobreponerse al marcador adverso, hasta que en el minuto 48, una falta botada por Pablo Oñate desde la banda derecha, acabó en la cabeza de Íñigo Silvela, que marcó el 1-2, y volvió a dar alas a un equipo que estaba empezando a desesperarse. Con el tiempo prácticamente cumplido, la última bala de los rosas era un saque de esquina. El córner fue despejado por la defensa negra, que estaba a escasos segundos de conseguir los tres puntos, pero el rechace lo recogió Pablo Oñate en la frontal del área, y tras colarse por en medio de dos rivales, sacó un zurdazo ajustado a la derecha de la portería, que hizo estallar de júbilo a todos los miembros del equipo local, que habían conseguido rescatar un punto, de un partido que parecía imposible.