Aston Birra vs Le Mohte

La efectividad en ataque, sumada a un gran trabajo defensivo, valió a los locales para llevarse el triunfo por 2-1 ante un insistente rival, que no dejó de creer hasta el pitido final.

Los cuartos de final de Primera División nos regalaban un enfrentamiento de esos que apetecen. Por el nivel mostrado durante la temporada, estaba claro que ninguno de los dos equipos venía a pasearse, y el encuentro estuvo a la altura. Por sensaciones, ambos llegaban con la moral alta. Tal vez, Aston Birra venía más reforzado después de golear 9-3 a Titi’s Team en octavos. Por su parte, Le Mohte se llevó una sufrida victoria en penaltis ante Deportivo Gipsy Kicks.

A las 20.00 del sábado el colegiado daba la señal para que la pelota echara a rodar en Montecarmelo. La intensidad parecía innegociable para los dos conjuntos desde el inicio, aunque en los primeros compases, eran los visitantes quienes se hacían con el claro dominio del juego. Tras varias jugadas combinativas, a los 6 minutos, Alexandros Pappas tuvo el primero tras enviar fuera un balón rechazado por Miguel Sáez y que quedaba muerto dentro del área.

La primera ocasión era tan solo un aviso de los azules, que cada vez estiraban más las líneas en busca de hacer daño en campo rival. En el 11, Alonso Crespo estuvo a punto de tocar con la punta un balón al hueco que le dejaba solo ante Miguel Sáez, pero el guardameta estuvo muy atento en la salida. Dos tentativas hacían que los visitantes ganaran en confianza y siguieran buscando el gol y, a la tercera, fue la vencida. Jaime Riaño entró libre de marca para empujar un centro lateral medido y hacer el 0-1 en el 12.

El gran inicio de Le Mohte hacía pensar que la eliminatoria se decantaría a su favor. No obstante, justo en el mejor momento, el balón parado dio vida a su oponente. Un segundo centro tras un saque de esquina habilitó a Alejandro Giner en el segundo palo, y éste la envió a guardar con la testa en el 14. El empate sirvió para despertar a los locales y dar un paso adelante para buscar más campo rival.  Así, el duelo entró en una fase en la que ambos se disputaban la posesión de la pelota y trataban de llegar combinando. Con estas circunstancias, el descanso se acercaba con todo abierto y la sensación de que cualquiera podía adelantarse. Así, en el 23, con algo de fortuna, llegó el tanto que le daba la vuelta al luminoso. Nacho Gimeno orientó la pelota en tres cuartos, disparó de interior y, tras tocar en un defensor, el cuero terminó en el fondo de la red, adelantando a los suyos antes del ecuador.

El 2-1 provocó un cambio de planteamiento para Aston Birra en la segunda mitad. Ahora, cerraban líneas, metían al equipo mucho más atrás que en la recta final del primer periodo y buscaban el contragolpe. Por su parte, Le Mothe se hacía con la posesión, aunque el buen trabajo defensivo rival le impedía encontrar opciones arriba. De este modo, pasaron varios minutos sin ocasiones y, la primera, llegó del lado local en el 33. Eduardo Areitio recibió en la izquierda en una contra rápida y, de primeras, buscó el palo corto, pero su tiro se marchó por muy poco.

El despliegue defensivo de los rosados estaba siendo casi perfecto. En parte, gracias a la gran actuación de Marcos Campo, que estaba dando una exhibición de anticiparse a los delanteros y mostrarse contundente en el juego aéreo. No fue hasta el 38 cuando llegó el primer intento serio visitante, y tuvo que ser desde lejos. Jacobo Domínguez probó con un tiro potente buscando la escuadra y el cuero golpeó en el larguero.

El encuentro llegaba a su recta final y Le Mohte ponía toda la carne en el asador estirando líneas y asumiendo riesgos. Sin embargo, la defensa de su rival no tenía prácticamente errores y, por si fuera poco, el nerviosismo del paso de los minutos provocaba imprecisiones a la hora de atacar. En el 44, Alejandro Mosteiro estuvo cerca de sorprender con un disparo de portería a portería que se marchó rozando el larguero.  A pesar de las ganas y buena actitud del cuadro visitante, lo cierto es que Aston Birra supo mantenerse cómodo. Sin cambiar absolutamente nada su plan, lograron que el cronómetro corriera hasta llegar al pitido final y celebrar un merecido pase a las semifinales.