INQUIETOS vs RAYO IBERIANO

Los amarillos acabaron pagando muy caro la infinidad de ocasiones marradas, en un encuentro que no merecieron perder. Por el contrario, el equipo granate sacó muchísimo redito de sus oportunidades, y salió victorioso por 1-3, gracias al doblete de José Ramón Villadangos, las paradas de Roberto Campelo, y el tanto restante de César Piñas.

Iniciaba la Futbol Emotion MF7 Cup para Inquietos y Rayo Iberiano, dos equipos que ya se conocían las caras de sobra, pues compartieron grupo en la competición liguera, donde salió victorioso por la mínima el equipo granate. De esta manera, los locales salieron con el cuchillo entre los dientes para cobrarse la venganza, pero Roberto Campelo les frenó los pies con sus paradas, en un preludio de lo que sería la tónica constante durante el partido. Tras haber sufrido atrás durante los primeros compases, los visitantes necesitaron muy poquito para adelantarse en el marcador, a los doce minutos, con un remate a puerta vacía de José Ramón Villadangos, que aprovechó el rechace de Álvaro Palomo ante el disparo a quemarropa de Antonio Pajares.

El sorprendente tanto de Rayo Iberiano no trastocó los planes de Inquietos, que siguió por el mismo camino en busca del empate. Estuvieron a centímetros de conseguirlo cuando se cumplía el primer cuarto de hora de partido, pero el palo le negó el gol a Pablo Vicente. También perdonó el 0-2 su rival, en un mano a mano de Antonio Pajares, después de un balonazo largo de Damián Silvestre, que le detuvo Álvaro Palomo achicando espacios. Sin embargo, el meta amarillo no pudo evitar el gran tanto de César Piñas, en el 22 de juego, tras un contragolpe que se guisó y comió el propio delantero granate. Esta diana sí que pudo haber sido definitiva para la confianza local, pero Alberto Vidal salió al rescate de su equipo, anotando una pena máxima en la última jugada del primer tiempo.

En el segundo acto, el acoso de Inquietos sobre la guarida visitante se incrementó, conscientes de que la posibilidad de remontada era más que real, pero Roberto Campelo se hartó de negarle sus intentos una y otra vez. Y cuando no era el cancerbero grana, era nuevamente la mala fortuna, que volvió a aparecer en forma de poste para desgracia de Santiago Vicente, que solo tenía que empujarla al fondo de la red, tras un centro preciso de Alberto Vidal. Las maderas también le privaron a Víctor Romero de sentenciar la contienda con el tercero, que sin embargo, llegaría de igual forma, gracias al doblete de José Ramón Villadangos, que definió de primeras, a las mil maravillas, un balón mal despejado por la zaga amarilla, a seis minutos del final.

Aún quedaba tiempo para que Inquietos siguiera sintiendo de lleno lo que era la impotencia, con las enésimas atajadas del portero iberiano, algún poste más, y hasta goles cantados salvados en la misma línea por la defensa visitante. Al final, el marcador de 1-3 fue el definitivo, y Rayo Iberiano volvió a doblegar a Inquietos, como ya hiciera en la temporada regular, a pesar de que los locales habían hecho méritos suficientes para cambiar el desenlace del duelo, pero lo que manda en el fútbol son los goles, y ahí el combinado granate fue más efectivo.