Guarrathinaikos vs Deportivo Gipsy Kicks

Tras un primer tiempo de mucha igualdad, nervios e imprecisiones, la locura se desató en la segunda mitad. El equipo verde se adelantó en el marcador, pero vio como los granates le dieron la vuelta al duelo con dos tantos prácticamente consecutivos. En la última jugada del partido, Guarrathinaikos se encontró con un gol de su rival en propia meta, que forzó la tanda de penaltis, en la que finalmente salieron triunfadores.

El Recuerdo acogía la gran final de la Segunda División Plata entre Guarrathinaikos y Deportivo Gipsy Kicks, con una grandísima expectación por ver cuál de los dos equipos levantaría el trofeo de campeón. Ambos conjuntos lo han pasado realmente mal en la temporada regular, puesto que ocuparon la última plaza de sus respectivos grupos, pero la Futbol Emotion MF7 League les brindaba la oportunidad de cerrar la competición con una última alegría. Bien que lo merecían.

En la primera parte no pudimos deleitarnos con la entrada de ninguna pelota en las porterías, pero eso no impidió el disfrute de unos intensos y emocionantes 25 minutos, con intercambio de golpes constantes, y mucho descontrol, fruto de las fuertes sensaciones que produce la disputa de una final. Los hombres de granate estuvieron algo más cerca del gol, pero sus tres disparos entre los tres palos estuvieron bien repelidos por el debutante Juan Jiménez. Del mismo modo, Eduardo Segura bloqueó las dos opciones peligrosas del equipo local, destacando una parada a dos manos, ante un disparo a bocajarro de Jaime López, tras una gran jugada combinativa de sus compañeros.

En el segundo tiempo, la tónica del partido continuó exactamente igual, pero todo lo que no había entrado anteriormente, ahora sí se materializó en forma de gol. El primero en romper la igualdad fue Guarrathinaikos, en el minuto 29, gracias a un auténtico golazo de Pablo Ruiz, que se encargó de robar el balón en el círculo central, y enganchó una magnífica volea que se fue abriendo hasta el lado derecho de la meta visitante, haciendo imposible la estirada del cancerbero y desatando la inmensa alegría en la afición verde.

A partir del 1-0, Deportivo Gipsy Kicks dio un paso al frente y encerró a su rival en el área. La amenaza ofensiva iba más allá de meras sensaciones, pues Gregorio Mayor rozó el empate en un saque de esquina raso, donde atacó el primer palo, mandando su remate contra la madera. Instantes después, el previo aviso se convirtió en realidad, y Alberto Renzini embocó una falta desde tres cuartos de campo, volviendo a poner la final en tablas a catorce del final. La inercia positiva de la diana les hizo seguir empujando para intentar convertir el 1-2, que consiguieron unos segundos después, por mediación de Nicolás Maestri, quien cazó una pelota suelta dentro del área, tras una valiosa disputa de Alberto Renzini, y la mandó a guardar colocando a los granas por delante.

Al conjunto verde se le acababa el tiempo y con ello las opciones de levantar el campeonato, pero la fortuna les brindó la mano en el último segundo de juego. Caprichos del destino, Nicolás Maestri, que había liderado la remontada grana, despejó hacia atrás con la cabeza y coló el balón en su propia portería, mandando la final a los penaltis.

Aún así a los Gipsy se les puso de cara la tanda de penaltis ya que en el primer lanzamiento, Pablo Ruiz, uno de sus héroes de la tarde, mandaba la bola al travesaño y Pablo Campillo cumplió con su cometido de refrendar la ventaja engañando al meta verde. En el segundo turno, Sergio Egido mantuvo vivas las esperanzas de Guarrathinaikos, que aumentaron aún más cuando Alberto Renzini mandó su intento completamente fuera tras querer ajustar demasiado a la izquierda. Tanto Rigo José Urdaneta como Claudio Rosa fueron infalibles desde los 7 metros, pero en el cuarto y último asalto tras la diana de Pedro Genaro González, Mateo Campillo se encontró con los guantes de un Juan Jiménez que voló de forma espectacular para convertir a Guarrathinaikos en campeón de la Segunda División Plata.