Zorromonos FC vs Catedral FC

La finalísima se tuvo que resolver desde el punto de los nueve metros, después de acabar el duelo entre Zorromonos FC y Catedral FC con el empate a tres en el marcador del Recuerdo. La fortuna y la parada de Saúl Cabezón ante el lanzamiento de Rubén Triviño, decidieron que Catedral FC se convirtiera en flamante campeón.

En medio de una gran expectación Zorromonos FC y Catedral FC se vieron las caras en la gran final de la Capital Cup dentro de su Tercera División y donde fue el conjunto catedralicio el que terminó yéndose con otro trofeo más para su vitrina. Después de una primera parte más floja que acabó con la mínima ventaja para los granotas por 1-0, se dio paso a un segundo periodo mucho más movido en el cual se mantuvo la igualdad hasta el último segundo de partido que terminó 3-3. Lo cierto es que cualquiera de los dos equipos pudo ser merecedor de la victoria, sin embargo solo podía quedar uno y este fue Catedral FC gracias a la providencial parada de Saúl Cabezón en el tifo efectuado por Rubén Triviño durante la tanda de penaltis. Los verdes con este triunfo culminan una temporada redonda, tras quedar también vencedores de la Capital League en su categoría plata.

El encuentro comenzó con los equipos siendo demasiado precavidos, evitando arriesgar en cada pase del balón que se movía demasiado lento y horizontal como para alcanzar las porterías de Nacho González y Juan Fernández con peligro. En medio del sopor intentó romper el hielo Catedral FC con un par de disparos lejanos de Pedro Pereiro y Álvaro Gómez que no fueron problema para el cancerbero local. De esta manera tuvimos que esperar hasta el minuto 20 de juego para poder ver el primer gol del duelo, obra de Rubén Triviño fruto de una acción a balón parado. Ahmed Akbal botó un córner poniendo el balón en el corazón del área, el jugador de Zorromonos FC intentó controlarlo quedando botando ante la portería y con un remate por bajo lo mandó al fondo de las mallas, adelantando así a su equipo 1-0. Una vez producido este tanto, el partido se agitó un poco, rompiéndose las líneas de los dos conjuntos en sus deseos de buscar más goles.

Ya metidos de nuevo en la brega pasados los minutos del descanso, los visitantes pese a ir perdiendo no quisieron presionar sobre Zorromonos FC en la salida del balón, pudiendo así combinar los granotas el cuero sin dificultad desde la posición de Jalil Ghoual y Mohamed Serroukh. Tuvo que ser de nuevo en una jugada en estático como viéramos los presentes el tanto del empate para Catedral FC originado en el mismo lugar que el gol de los locales. Ignacio Fernández desde la bandera colgó la pelota por alto buscando la cabeza de Pedro Pereiro y éste elevándose del suelo con un certero testarazo la prolongó hasta la red, devolviendo así las tablas al marcador. Pero cuando estaban los verdes todavía en plena celebración, golpeó otra vez Zorromonos FC en la acción posterior con el gol de Elías Serroukh, que sorprendió a Saúl Cabezón con un fulminante disparo desde zona de tres campos de campo.

Entre las paradas de Nacho González y la aparición de la madera el gol se le resistió a Catedral FC, hasta que decidió Matteo Di Teodoro que era su momento de intervenir, logrando premio doble en apenas dos minutos. Primero al controlar un balón tras ganar la espalda de los defensores dentro del área y después al recibir una asistencia de Álvaro Gómez, el ariete italiano batió a Nacho González, dejando el triunfo al alcance de Catedral FC. Con este ajustado resultado de 2-3 a favor de los catedralicios se llegó a la recta decisiva del encuentro, volcándose Zorromonos FC con todas sus naves en busca del empate. De esta manera, cuando el duelo estaba ya agonizando fue Luis Jiménez el que pescó el tercero para los locales, al peinar lo justo un balón centrado por Jalil Ghoual, condenando a ambas escuadras debido al definitivo 3-3 a la ruleta rusa de los penaltis. En esta aventura, mientras Catedral FC no erró con sus tres lanzamientos desde el punto fatídico de los nueve metros, Saúl Cabezón adivinó la trayectoria del tiro efectuado por Rubén Triviño, provocando el delirio de sus compañeros.