F2-J1 Malamen B vs Porrothinaikos

Reparto de puntos entre ambos equipos en un partido intenso que no se decidió hasta prácticamente la última jugada, cuando Francisco Pariente rescató un merecido empate para los negros. El meta visitante realizó una actuación para el recuerdo salvando a los suyos con múltiples paradas.

Líder contra farolillo rojo, eso era lo que marcaba la tabla clasificatoria al comienzo de los 50 minutos de juego. Cierto es que tan solo llevamos una jornada de la segunda fase, pero cada punto que está en juego es importante y puede marcar el devenir de los equipos en la competición, y más en una liga con tanto nivel como es este grupo de Mirasierra.

El choque comenzó con Malamen acaparando el balón en sus pies, una tendencia recurrente a lo largo de todo el partido, ya que fueron los locales los que imprimieron ritmo y pusieron la mayoría de las ocasiones. Por su parte, Porrothinaikos se dedicaba a defender su área, logrando que las llegadas de los locales fueran lo menos peligrosas posibles, y esperando el momento preciso para contragolpear y hacer daño a una defensa despoblada por acumular muchos hombres delante del balón.

Juan Soliveres, portero visitante, fue uno de los nombres propios del duelo, ya que desde bien pronto comenzó con una exhibición de reflejos digna de los grandes arqueros del panorama mundial, convirtiéndose en un muro infranqueable por momentos y desesperando a los hombres de negro, que no paraban de intentarlo recibiendo siempre la misma respuesta. Y si no era Soliveres, era el larguero el que le negaba el gol a Malamen tras una chilena espectacular de Sergio González, que de haber entrado habría sido el gol de la temporada. Y claro, ante tanto perdón, llegó el primer acercamiento al área de Porrothinaikos, el meta local, Jorge Melguizo, desvió el balón a córner, y tras eso, el esférico botado desde el rincón de la bandera iba a llegarle a las manos al portero, el cual iba a cometer un error inexplicable cuando se le escapó para que Marcos García solo tuviera que empujarla.

Los fantasmas empezaron a sobrevolar por las cabezas de los de negro, que no entendían el rumbo del partido, más aún cuando tres minutos después Juan Reyes probó fortuna desde lejos y anotó un gran gol con un disparo seco pegado a la cepa del palo. Había sorpresa en Montecarmelo a falta de pocos minutos para alcanzar el entretiempo, pero David Blanco tiró de los suyos para llegar con vida al descanso y, tras un chut lejano, que se encontró con un rival que desvió la trayectoria, el balón terminó entrando para poner el 1 a 2 en el luminoso.

Ya en la segunda mitad, los locales se lanzaron al ataque en busca de la remontada, y tras ver como Juan Soliveres seguía a lo suyo, encontraron el premio del empate en las botas de David Blanco de nuevo. Un córner en corto, un disparo cruzado abajo y un defensa que no atina con el despeje, esa fue la secuencia del empate a dos.

El empate no era malo visto lo visto para el elenco dirigido por Álvaro Monte, pero aún así siguieron intentando hacer el gol que les llevara a los tres puntos y meter distancia con sus perseguidores, pero lo que iban a encontrarse es con un tanto en contra después de que Porrothinaikos hubiese perdonado en una jugada idéntica a la del 2-3 un par de minutos antes. Malamen perdió un balón en salida, los blancos se plantaron en un tres contra dos, y esta vez sí, el balón acabó besando la red local. Ernesto Antolín acababa de poner patas arriba un partido que nos recordó que lo importante en el fútbol son las áreas, sin importar quien goza de más oportunidades.

Quedaban algo menos de cinco minutos, y ahora sí, era una cuestión de urgencia para los intereses locales el hacer un gol que igualara la contienda, el reloj de arena cada vez tenía menos contenido en su parte alta, y el tiempo se acababa como cuando ves consumirse una vela, pero Malamen tenía un último as debajo de la manga, ni más ni menos que la de su goleador Francisco Pariente, quien tras un partido aciago para él, logró controlar dentro del área, girarse y reventar la escuadra en el último suspiro para sacar un empate, que a tenor de lo visto, vale a ambos conjuntos en esta segunda jornada.