J3 – Equivalia FC vs Stolen Nuts

Los negrotas plantaron cara a un Equivalia que fue en ventaja en el marcador durante todo el partido. Con el definitivo 7-7 Equivalia y Stolen Nuts se llevan de Santa Ana un punto que les sirvió de muy poco.

Lluvia de goles en la noche de ayer en los campos de Santa Ana en el partido que enfrentó a Equivalia y a Stolen Nuts, que se saldó con el empate de 7-7 en el marcador. Los rojillos que acudían al lance bajo la condición de invictos, no cumplieron con sus expectativas de imponerse a un Stolen Nuts que ocupando la última plaza del Grupo 4 no había sumado ningún punto, después de celebrarse dos jornadas de la Fútbol Emotion MF7 League. El duelo que fue un verdadero carrusel de goles, comenzó con Equivalia golpeando primero con el 1-0 obra de Giancarlo Guevara cuando transcurría el minuto 2 de juego. Borja Martín cuerpeó por un balón dentro del área, tras hacerse con él se lo sirvió de cara al 8 granota y con un remate por bajo batió Daniel Jimeno que estaba desubicado de su arco, inaugurando así el luminoso.

La respuesta de Stolen Nuts solo tardó un minuto en producirse. Puesta la pelota en movimiento desde el punto central del campo fue pateada por Rubén García y sorprendiendo a Tania Sánchez hizo el gol que devolvía las tablas al electrónico 1-1. Kevín Bernal que firmaría un sensacional hat trick, decidió anotar el segundo para Equivalia en la acción siguiente. Un compañero remató el esférico contra la madera convirtiendo el tiro en asistencia y a la segunda el 19 granota lo alojó en el interior de la meta de Daniel Jimeno, subiendo el 2-1 al marcador. Le tocaba mover ficha a Stolen Nuts y lo haría con el segundo que tuvo a Gustavo Ramírez como protagonista, en esta ocasión al convertir un penalti por una mano de un jugador local dentro del área.

Cogió carrerilla Equivalia sobre el césped y con una eficacia ofensiva demoledora iba a abrir una brecha considerable en el electrónico. En una desafortunada acción de los negrotas, Álvaro Ripoll desvió la trayectoria de la pelota tras un disparo lejano de un jugador local, poniendo en ventaja de nuevo a los locales 3-2. Y justo después, Borja Martín al solventar una incursión por el pasillo central y posteriormente Kevín Bernal al enviar el balón raso hasta la red con el lanzamiento de una falta lejana, redondearon la manita de 5-2, que encarrilaba el partido para Equivalia.

Lejos de venirse abajo Stolen Nuts siguió peleando y así halló el premio del tercero, anotado por Rubén García al alojar el esférico en el interior de la portería con un centro chut por alto desde la banda derecha. Giancarlo Guevara sumó doblete marcando el sexto para Equivalia, al clavar cerca de la escuadra derecha de la meta de Daniel Jimeno la pelota firmando un verdadero golazo. Pese al trabajo de los locales éstos no conseguían irse del todo en el casillero, mientras Stolen Nuts se dedicaba a hacer la goma en el marcador. Alonso Ruiz con un fulminante derechazo superó a Tania Sánchez a media altura junto al palo, acortando la desventaja de los negrotas 6-4.

El correcalles siguió durante el segundo acto, que comenzó con el 6-5 para Stolen Nuts, obra de Gustavo Ramírez que sacó petróleo de un mal control del balón de un zaguero en zona comprometida. Equivalia se pensó que ya tenía los tres puntos en el bolsillo con el 7-5 anotado por Kevín Bernal al aprovechar un excelente servicio de Borja Martín, batiendo a Berta Canora, portera de los negrotas durante la segunda mitad del choque. Todavía tuvo oportunidad Stolen Nuts de sacar la escopeta y percutir dos cartuchos que tenía de repuesto en la recámara, cuando el encuentro ya daba sus últimos coletazos. Alonso Ruiz al culminar una jugada ensayada tras el saque de una falta mandó la bola a toda la escuadra, logrando un golazo que hacía soñar a los visitantes en la posible remontada. Pero ésta se quedó a medias, ya que el último tanto del partido llegó casi sobre el sonido de la bocina. Eduardo Granero después de recuperar el balón en su área realizó un centro chut kilométrico bombeándolo hasta el corazón del área local y sin que nadie lo tocara lo acomodó en las mallas, dejando en el luminoso el 7-7 que significaba el reparto del botín.